De Vacaciones
¿Cómo puedo irme de vacaciones? ¿Qué precauciones debo tomar? ¿Cómo debo actuar en un bar o restaurante? ¿Debo arriesgarme?
Son estas unas de las primeras dudas que, superado el impacto de habernos enterado de que somos celíacos, nos vienen a la cabeza. Se nos antoja imposible irnos de vacaciones o a comer con los amigos y, como una losa, se nos viene de nuevo el mundo encima.
Por supuesto que podemos y debemos salir a comer e irnos de vacaciones. Desde luego, lo tendremos más difícil, pero es conveniente hacer una vida lo más normal posible. Es muy importante no sentirse acomplejado o distinto. No hay que automarginarse y creer que estamos condenados a quedarnos en casa y que nuestra cocina es la única segura del mundo.
Si vamos a salir de España, deberemos contactar con las asociaciones de celíacos del país al que nos dirigimos. Para ello podemos consultar las páginas de FACE y ver los enlaces. O podemos mirar en un buscador (Google, Copernic,…). Por casi todo el mundo los celíacos estamos organizados. Por ejemplo en Europa (dentro y fuera de la U.E. contactaremos sin grandes problemas con estas asociaciones. Un problema añadido podría ser el idioma, es decir: ¿cómo hacerme entender, cómo explicar en un restaurante qué nos ocurre y qué precauciones debemos tomar? Lo mejor sería llevar aprendidas o escritas ciertas frases que nos permitan explicarnos.
En definitiva, con un poco de sentido común disfrutaremos de nuestras vacaciones como cualquiera y poco a poco aprenderemos a vivir con normalidad nuestra celiaquía también fuera de casa.
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